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¿Por qué uso Logos para estudiar la Biblia?

Desde que Bibleworks se fue a la quiebra, tuve que encontrar una alternativa para seguir estudiando la Biblia con las ventajas que nos da la tecnología. Fue ahí cuando me decidí por probar Logos.

Mi experiencia con Logos (antes llamado Libronix) era que no era fácil de usar y era bastante lento. Bibleworks y Accordance siempre se han caracterizado por su enfoque en el estudio del griego y hebreo bíblicos. Eso los ha hecho herramientas bastante rápidas y efectivas, pero limitadas en la cantidad de recursos disponibles fuera de la exégesis. Logos brindaba posibilidades de trabajar con los idiomas originales (aunque no tan avanzadas) y añadía a la vez una biblioteca digital en donde uno podía encontrar todo tipo de libros.

Muchos años después me encuentro en la disyuntiva de elegir entre Accordance y Logos. Me decidí por Logos porque vi que habían mejorado bastante el software bíblico desde la última vez que lo había probado. Ahora Logos ofrece prácticamente las mismas posiblidades que Accordance, en cuanto al estudio del griego y el hebreo. La versión actual es rápida y ha añadido funciones diseñadas para la predicación que por mi función actual en la iglesia son más relevantes.

Contacté con el servicio de atención al cliente y me dieron un descuento por haber venido de Bibleworks (¡buen gesto!). Logos tenía ya diseñado un paquete para gente que estaba interesada en la exégeis, así que el cambio no difícil. Más adelante comencé mis estudios en la Facultad de teología de Oslo y me hicieron descuento por ser estudiante durante varios meses. Ahora me encuentro cursando un máster en liderazgo y desarrollo de iglesia en la Facultad de Ansgar y me han vuelto a dar el descuento de estudiante para todo el semestre. Durante ese tiempo puedo adquirir recursos a un precio rebajado, además de las ofertas que van sacando cada quince días.

Si estas pensando en invertir (porque de eso se trata) en tu ministerio, creo que ahora mismo Logos es la mejor herramienta disponible. Contacta con un vendedor y explícale tu situación. Dan posibilidades de pagar en cuotas y son flexibles. Si estudias en un seminario bíblico puedes solicitar el descuento antes de hablar con un vendedor. Lo haces rápido desde tu perfil.

Mi primer consejo es que no compres nada al principio. Descargate la última versión que es gratuita y viene con algunos recursos. Empieza familiarizándote con el software y recuerda que cada mes regalan dos libros. Si entiendes inglés métete en la página para angloparlantes y descárgate también los libros gratuitos en inglés. De esta manera puedes obtener entre 3 y 4 libros gratuitos por mes, totalmente gratis. Muchos libros son volúmenes de comentarios caros, así que mientras antes hagas esto más posiblidades tienes de adquirir valiosos recursos para tu ministerio. Hasta aquí no te ha costado absolutamente nada.

Mi segundo consejo es que cuando vayas a adquirir un libro gratuito, veas también los libros que vienen abajo. Estos libros suelen tener descuentos muy grandes (entre 50 y 90%). Si quieres gastar dinero empieza por ahí. Vas a conseguir libros buenos a bajos precios. Compra lo que creas que vas a leer y que tengan algo que ver con tu ministerio.

Mi tercer consejo es que si vas a adquirir una biblioteca hagas lo siguiente. Piensa si prefieres funciones o libros. Yo pagué por tener todas las funciones y luego he ido adquiriendo libros de la manera que he comentado arriba. Esto lo he hecho porque muchas bibliotecas vienen con libros que no me interesan y aquí no se trata de tener muchos libros, sino de tener lo que vas a usar. La «tentación» es comprar un paquete con muchos libros, pero mientras más libros tengas más lento será tu software y créeme que dudo que alguna vez llegues a leer todos los libros que tienes.

Espero que este artículo te haya sido de ayuda. Aquí te dejo mi link de descuento. Siguiendo este link te hacen 100 dólares de descuento y a mi me acreditan 100 dolares para usar en recursos. Una vez que tengas tu licencia puedes hacer lo mismo que yo y darle tu link a otras personas:

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Este post no está patrocinado por Logos de ninguna manera, ni obtengo ningún beneficio a parte de lo que te acabo de comentar. Mi software lo he pagado en su totalidad con dinero que me he ganado trabajando. Lo mismo hice con Bibleworks en su momento. Así que por último, déjame animarte a que seas consciente de una última cosa: el daño que le hace la piratería a la obra de Dios.

Tu puedes estar de acuerdo o no en el precio que este tipo de herramientas cuesta. Yo vengo de un país en el que el software pirateado era cosa del día a día. De hecho costaba encontrar software original. Pero afortunadamente las cosas han cambiado y yo también he cambiado. Si piensas que hay alguna manera de justificar el uso de software pirateado, sea el que sea, entonces debes revisar tu teología. Si no te lo puedes permitir, entonces confía en que Dios ya te ha dado lo necesario para hacer su obra con lo que tienes ahora mismo. Si te lo puedes permitir, entonces consideralo como una inversión que bendecirá tu vida y la de las personas a las que llegues con tu ministerio. Todo lo que tienes es de Dios; tú solamente lo administras. Invierte en su reino, pon todo lo que tienes a su servicio. Incluso la gracia (gratuita) de Dios de la que tanto hablamos como un regalo, tuvo que ser pagada con la sangre preciosa de Jesús: lo más caro de este mundo.

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Redescubriendo Rut (5) El desenlace

Un diálogo entre Noemí y Rut abre el tercer capítulo del libro. La conversación trata sobre Booz y su relación con la familia de Elimelec. Es en este punto del relato que el autor marca un punto de inflexión; se enciende una luz de esperanza en medio de la oscura incertidumbre. La intriga del libro, tan magistralmente elaborada, va in crescendo a medida que el plan de Noemí se describe y desarrolla. El lector puede experimentar aquí el arte de la insinuación mejor que en cualquier otro libro de la Biblia; la única manera de «completar» la historia es involucrándose intelectual y emocionalmente en lo que le sucede a los personajes1Hvalvik, R. & Stordalen T. 1999. Den store fortellingen – Om Bibelens tilblivelse, innhold, bruk og betydning. Oslo: Det Norske Bibelselskap. p.100.

La circunstancias que rodean el segundo encuentro entre Rut y Booz son completamente opuestas a la primera (Rut 2:3-16). Esta vez no se trata de ninguna casualidad2el «y dio la casualidad…» (Rut 2:3), puede interpretarse como una figura literaria que denota totalmente lo opuesto, como cuando usamos comillas. La idea es que el hecho de que Rut haya ido justamente a trabajar al campo de Booz, es algo que ninguna persona habría podido planear y se debe, en primera instancia a la providencia de Dios., sino de algo meticulosamente planeado; no sucede a plena luz del día, sino en la profunda penumbra de la medianoche; lo privado reemplaza a lo púbico y un carácter místico envuelve la arriesgada misión de Rut3Rut 3:14 da a entender que la situación podía malinterpretarse y que, por lo tanto, debía mantenerse en secreto por el bien de los dos. De darse el caso, hubiese sido Rut la más perjudicada, por ser mujer y moabita (Eskenazi, T.C. & Frymer-Kensky, T. 2011. The JPS Bible Commentary: Ruth First edition. Philadelphia: Jewish Publication Society. p.54)..

El fantástico desenlace de la historia da testimonio de que el final feliz no se debe solamente a un plan bien pensado, sino a una respuesta natural y amorosa que es consecuencia del hesed sobrenatural de Rut por su suegra. Es el hesed de Rut el que pone en marcha al hesed de Booz. Y es el hesed de Dios el que, sutilmente, se percibe en retrospectiva como el hilo conductor que une a todos los acontecimientos y personajes del universo literario del libro4Los elementos simbólicos del libro apelan a la idea de que existe un poder divino, que conduce la historia hacia una dirección determinada bajo la temática «redención»; las cosas tienen que encontrar su equilibrio original: por ejemplo, Belén que significa «casa de pan» es el lugar que sufre de hambruna; Booz espera que Rut encuentre refugio bajo «las alas del Señor» (Rut 2:12), pero Rut le pide a él que extienda «sus alas» sobre ella (Rut 3:9) [la misma palabra que se traduce como «capa»] (ambas palabras se usan como metáfora de protección); la amargura de Noemí (Rut 1:30) se convierte en gozo (Rut 4:14-15). Las historias de Raquel y Lea, Abraham y Lot, Tamar y Judá encuentran su redención en el libro de Rut (Fisch, Harold. “Ruth and the Structure of Covenant History.” I: Vetus Testamentum, vol. 32, no. 4, 1982, pp. 435-436)..

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Redescubriendo Rut (4) Mujer, viuda y moabita

La posición precaria de las viudas en el mundo antiguo es parte de un telón de fondo que es vital entender para hacerse una idea de los desafíos a los que se enfrentan Noemí y Rut. La sociedad judía de la época estaba compuesta por «casas patriarcales» en las que una figura masculina llevaba la voz de mando y actuaba como representante legal de la familia1Stordalen, T. 1994. Støv og livspust: Mennesket i Det gamle testamente. Oslo: Universitetsforlaget. p.154. Esta figura solía ser el padre de familia o sus hijos varones, en caso de que este muriese. Esto implicaba que las viudas se encontraban en una situación de invalidez jurídica, es decir, que dependían de que otras personas las representasen legalmente. Por causa de esto se habían establecido leyes, como la ley bíblica del levirato2También conocida como yibbum (heb.), de la palabra latina levir que significa «cuñado»: consistía en que una viuda que no tuviese hijos se casaba con su cuñado, siendo el primer hijo de esta unión el descendiente legal del fallecido. (Deu 25:5-10). Pero aunque existiesen este tipos de leyes para proteger a las viudas, la Biblia deja claro que en muchas ocasiones las viudas sufrían dificultades económicas y vulnerabilidad jurídica3La Biblia, de hecho, exige repetidas veces que no se oprima a las viudas (cf. Exo 22:22, Jer 7:6, Zac 7:10)..

Por si esto fuera poco, el hecho de ser moabita en Israel no era un problema menor en los tiempos de Rut. Los moabitas eran, según Gen 19:30-37, los descendientes de Lot, el sobrino de Abraham. Pero la impresión general que nos da la Biblia sobre este pueblo es casi siempre negativa (cf. Num 21-22, Jue 3:12-31). Aún así, se puede decir que el texto más problemático para Rut era la prohibición que se encuentra en Deuteronomio:

No podrán entrar en la asamblea del Señor los amonitas ni los moabitas, ni ninguno de sus descendientes, hasta la décima generación. Porque no te ofrecieron pan y agua cuando cruzaste por su territorio, después de haber salido de Egipto. Además, emplearon a Balán hijo de Beor, originario de Petor en Aram Najarayin, para que te maldijera. Sin embargo, por el amor que el Señor tu Dios siente por ti, no quiso el Señor escuchar a Balán, y cambió la maldición en bendición. Por eso, a lo largo de toda tu existencia no procurarás ni la paz ni el bienestar de ellos.

Deuteronomio 23:3-6 (NVI)

El autor del libro de Rut da por sentado que este es un problema conocido para los receptores de la obra, y resalta repetidas veces la identidad moabita de Rut (Rut 1:4, 22; 2:2, 6, 21; 4:5, 10), incluso cuando parece ser innecesario. Pero estos recordatorios, lejos de ser redundantes, contribuyen a crear esa tensión que es factor común de toda buena historia. ¿Cómo podrán los personajes principales vencer la desesperanza, aún teniendo todo en su contra? Noemí, sin marido ni hijos, se encontraba en la peor situación imaginable para una mujer de esa época. Pero no estaba sola. La moabita Rut estaba con ella, y aún más importante: Noemí tenía un plan.

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Redescubriendo Rut (3) Autoría y datación

Al igual que muchos otros libros de la Biblia, el libro de Rut no brinda información sobre quién está detrás de la obra. Sin embargo, al leerlo se tiene la impresión de que el libro ha sido escrito por un mismo autor, como un todo (quizás con algunos pequeños añadidos posteriores)1Hvalvik, R. & Stordalen T. 1999. Den store fortellingen – Om Bibelens tilblivelse, innhold, bruk og betydning. Oslo: Det Norske Bibelselskap. p.99. Fuentes rabínicas atribuyen el libro de Rut al profeta Samuel, junto al libro de Jueces y los dos libros de Samuel2Bava Batra 14b:12 El Talmud Babilónico.

Una tradición asegura que el profeta Samuel escribió el libro de Rut para resolver una controversia que surgió en los tiempos del rey Saúl, que giraba en torno a la idoneidad de David para ser rey, por cause de su ascendencia moabita. De esta manera (otra vez, según dicha tradición) explicaría Samuel que la exclusión de los moabitas de Deuteronomio 23:3 se aplica solamente a los hombres, y conseguiría así que esta interpretación de la ley le sobreviviese3Eskenazi, T.C. & Frymer-Kensky, T. 2011. The JPS Bible Commentary: Ruth First edition. Philadelphia: Jewish Publication Society. p.16. Pero sin importar quién escribió el libro, hay un acuerdo general entre los eruditos que concluye en que el autor era una persona altamente cualificada, que logró presentar una narrativa sofisticada desde una perspectiva femenina en una sociedad por lo demás androcéntrica4Por esta razón hay autores que argumentan a favor de una autoría femenina. Entre ellos encontramos a Edward F. Campbell, Robert L. Hubbard Jr., Adrien J. Bledstein, Fokkelien van Dijk-Hemmes y Mishael Caspi..

La datación del libro de Rut ha sido objeto de debate, donde podemos diferenciar dos claras posiciones: antes o después del exilio del pueblo judío en Babilonia. Los intentos por llegar a una fecha aproximada se basan, por ejemplo, en la ubicación del libro dentro del canon judío y el propósito del libro. Entre los que sitúan el libro de Rut antes del exilio encontramos a Hubbard5Hubbard Jr., R. L. 1988. The Book of Ruth. Michigan: Eerdmans p.23, quien afirma que Rut tiene un mensaje político: legitimar el reinado de David al introducir la idea de que los forasteros que abrazan a YHVH y superan a los israelitas en hesed6Hesed (חֶסֶד) puede traducirse como generosidad, solidaridad, fidelidad o lealtad. califican para ser aceptados como israelitas de pleno derecho.

Por el otro lado, entre aquellos que sitúan Rut después del exilio, se argumenta que el mensaje tiene la intención de ser polémico. Se trataría de una rebelión contra Esdras (Esd 10) y Nehemías (Neh 13:23-27). De ser este el caso, se trataría de una voz en el debate sobre las medidas excluyentes que se pusieron en marca en aquellos tiempos para proteger la identidad judía después del exilio7Zakovitch, Y. 1990. “Ruth”. I: Introduction and Commentary. Miqra’ Le-Yisra’el. Tel Aviv & Jerusalem: Am Oved & Magnes Press. p.19.

Otra explicación para la aceptación de los matrimonios mixtos que encontramos en el libro es que tanto esto, como la referencia a los jueces (Rut 1:1) y la genealogía (Rut 4:18-22) son arcaísmos e intentos de historicidad típicos del género8Hvalvik, R. & Stordalen T. 1999. Den store fortellingen – Om Bibelens tilblivelse, innhold, bruk og betydning. Oslo: Det Norske Bibelselskap. p.99. Esto, junto con el hecho de que el libro no está incluido entre los profetas anteriores de la Tanaj, podría apuntar hacia una datación más cercana a la época persa tardía.

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Redescubriendo Rut (2) Género literario, forma y contenido

El libro de Rut consiste en una historia corta que sitúa a sus personajes principales en un marco histórico realista (el tiempo de los jueces, Rut 1:1) y relata hechos que, presumiblemente, describen hechos históricos. Por esta razón se lo ha categorizado como una «novela histórica». Tischler1Tischler, N. M. “Ruth”. I: A Complete Literary Guide to the Bible, ed. Ryken, L. & Longman III, T. 1993. Michigan: Zondervan. pp. 151-153 ha sugerido entender la estructura del libro como una obra de cinco actos, a semejanza de una obra de teatro clásico:

  • Preludio (Rut 1:1-5)
  • Primer acto: El éxodo (Rut 1:6-18)
  • Segundo acto: Belén (Rut 1:19-22)
  • Tercer acto: Booz aparece en escena (Rut 2:1-23)
  • Cuarto acto: El plan (Rut 3:1-18)
  • Quinto acto: La declaración pública (Rut 4:1-12)
  • Postludio (Rut 4:13-22)

En el libro de Rut se nos cuenta sobre una familia israelita (marido, mujer y sus dos hijos) que, arrastrada por una hambruna, abandona Belén de Judá y se establece en la tierra de Moab. El marido de Noemí. Elimeléc, muere y sus dos hijos, Majlón y Quilión, se casan con mujeres moabitas. Cuando ellos también mueren, las tres viudas -Noemí y sus dos nueras moabitas, Orfa y Rut- se dirigen de camino a Belén. Noemí consigue convencer a Orfa de que se regrese a su familia en Moab, pero Rut se niega a abandonar a Noemí, pronunciando las palabras más emblemáticas del libro:

«Porque iré adonde tú vayas, y viviré donde tu vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios»

Rut 1:16 (Nueva versión internacional)
El viaje desde Moab hasta Belén

En Belén se encarga Rut de conseguir sustento, tanto para ella como para Noemí. Allí se encuentra con Booz, un acomodado terrateniente que se sorprende al ver lo que ella ha hecho y hace por su suegra. Él se muestra compasivo con Rut , otorgándole privilegios y protección. Booz es pariente de Noemí y tiene, según la tradición bíblica, cierta responsabilidad frente a sus parentela pobre. Es a la luz de estas obligaciones que Noemí instruye a Rut para que, al finalizar la cosecha de la cebada, se acerque a Booz por la noche, sola. De esta manera pide Rut apoyo a Booz:

«Extienda sobre mí el borde de su mano, ya que usted es un pariente que me puede redimir»

Rut 3:9 (Nueva versión internacional)

Booz acepta con entusiasmo, pero le hace ver a Rut que hay una complicación: existe un pariente más cercano que, según lo exige la tradición, tiene decidir primero si quiere efectuar la redención.

Al día siguiente, reúne Booz una congregación pública frente a las puertas de la ciudad, para encontrar una solución a la situación de las viudas. Consigue tener éxito en quitar todos los obstáculos que se interponían en su plan y hace anuncio de su futuro matrimonio con Rut. La comunidad bendice la unión. El nieto de esa unión terminará siendo el mismísimo rey David.

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Redescubriendo Rut (1) Introducción

¿Cuándo fue la última vez que escuchaste a alguien predicar desde el libro de Rut? ¿Lo recuerdas?

En mi caso, puedo decir que fue mientras cursaba mi tercer año de estudios teológicos en Barcelona. Una de nuestras tareas como estudiantes era preparar diferentes tipos de sermones y evaluarnos unos a otros. Había (como te podrás imaginar) pocos estudiantes que pudieran decir que se morían de ganas de predicar frente a toda la facultad de teología. Eso significaba exponerte al escrutinio de un grupo de profesores y estudiantes que tomaban nota de cada uno de tus movimientos, tics, muletillas, controlaban tu tiempo y diseccionaban cada oración de esa magnifica predicación tuya.

Afortunadamente no era yo quién iba a predicar ese día, sino un estudiante que se encontraba en su último año de preparación. Nunca podría haberme imaginado que diez años más tarde, sería justamente esa predicación la que más recordaría de mi tiempo en el instituto bíblico. La predicación trataba sobre (**redoble de tambores**) el libro de Rut y puedo decir sin exagerar que hasta el día de hoy soy capaz de repetirla, palabra por palabra. Y la razón no tiene nada que ver con mi prodigiosa (<mentira) memoria, sino que se debe a que ese estudiante simplemente se limitó a leer el libro de Rut, desde el primer hasta el último versículo. Una vez leído el libro, fue y se sentó. Ninguna introducción, ninguna ilustración personal, ninguna metáfora. No miento cuando digo que fue la predicación más bíblica que he oído jamás.

El resto de los que estábamos sentados allí, esperábamos que este estudiante terminase de leer después de cada apartado, o cada vez que llegaba a un punto. Nos mirábamos con cara de incomodidad. Pero ese día, aunque muchos no nos dimos ni cuenta, se nos estaba enviando una especie de mensaje encriptado: el libro de Rut no necesita añadidos ni censura; la historia de Rut es una obra de arte, tal como está escrita en nuestras biblias. A esa conclusión he llegado después de dedicarle tiempo al estudio de esta joya del Antiguo Testamento, y quiero compartir aquí algunos de mis pensamientos.

Mi objetivo es hacer énfasis sobre ciertas particularidades del libro de Rut que, por razones naturales, me son imposibles de discutir en toda su profundidad en este blog. Sin embargo, espero que estas entradas puedan servir como un disparador de curiosidad que despierte un interés genuino por desempolvar los tesoros escondidos (y no tan escondidos) de este libro.

El trabajo está estructurado de manera que primero se presenta información general acerca del libro de Rut; en otras palabras, hablaré de lo que se encuentra detrás del texto. Aquí intentaré resumir algunos asuntos como la autoría, la forma, el contenido y el contexto histórico que, a pesar de que no suene muy divertido, nos ayudará a entender mejor el mensaje del libro. En segundo lugar, leeré el libro de Rut desde una óptica de género, una perspectiva que si se mira a nivel histórico es relativamente nueva; intentaré aquí plasmar lo que ésta perspectiva aporta para entender lo que se encuentra en el texto y delante del texto. Con esto me refiero a qué es lo que el texto dice en sí como una historia y qué es lo que nos puede decir hoy. En esta segunda parte también aprovecharé para analizar los aportes del libro de Rut en relación con el género y examinaré cómo se presenta esta historia en diferentes biblias para niños.

Para terminar, concluiré con un resumen de lo que he aprendido. Con la ayuda de Dios, espero ser capaz de bajar algunas líneas teóricas hacia una práctica que se ajuste a situaciones reales. También espero crear un poco de reflexión en torno al uso del libro de Rut como material de educación cristiana.

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Ser padre

Es natural en el ser humano pensar en cómo serían las cosas si sucedieran determinados acontecimientos. Nos encanta elucubrar sobre posibles futuros cuando estamos llenos de expectativas e incertidumbre. Dejamos a menudo, por otro lado, que las decisiones que tomamos en el pasado se conviertan en errores incambiables y fatídicos, lamentándonos, en un intento por explicar un presente que no nos satisface.

La realidad es que, de una manera u otra, la vida cambia irremediablemente y nosotros, nos guste o no, somos incapaces de evitar esos cambios, porque nosotros mismos nos encontramos en un proceso de transformación sin fin.

Si algo he aprendido a lo largo de mi vida, es que no me conozco correctamente. Uno se crea una imagen de sí mismo, proyecta esa imagen en cada situación en la que se encuentra y se cree una falsa definición de cómo es en diferentes áreas de su vida. Objetivamente sucede lo que nos pasa cuando creemos que nos vemos físicamente de una manera concreta, para luego descubrir que hemos ido despeinados todo el dia, o con algo entre los dientes que no sabíamos que estaba ahí. Luego empezamos a repasar cada conversación que tuvimos y reconstruímos nuestro día desde una nueva e incómoda autopercepción.

Si alguien le hubiese descrito tu realidad actual a tu yo de hace 5 años, ¿cómo crees que hubiese sido su reacción? La mía, de sorpresa. Estoy seguro de que mucho de lo que hoy considero una parte esencial de mi día a día, me habría sonado a ciencia ficción. Sin embargo, sucedió.

La paternidad ha sido, indudablemente, uno de esos cambios permanentes e inesperados. Y, aunque todavía se me haga difícil de creer, ha sucedio algo irreversible que ha modificado completamente mi substancia. Ahora soy papá, y lo seguiré siendo cada día de mi existencia, hasta mi último aliento.

Al sentimiento de asombro ante lo milagroso del nacimiento de un nuevo ser, se le suma la seguridad de mi incompetencia en un rol que hasta no hace mucho sólo había sido una situación hipotética. Sumido en un sentimiento de pequeñez, me doy cuenta de la gran importancia que ahora tengo para alguien que me necesita. La idea de que ya no se trata de mí, deja de ser algo incómodo. Se convierte no solamente en lo correcto, sino también en lo precioso de vivir para alguien más.